Bill Nighy

William Frances Nighy nació en Inglaterra, hijo del propietario de un taller mecánico y de una enfermera. Llevó una vida errante hasta cumplir los 30 años. Primero se interesó por la literatura de Hemingway, después quiso ser periodista y finalmente se marchó a París en busca de inspiración para escribir una novela fantástica. Fracasó en su intento y el cónsul británico le devolvió a casa a cambio de 25 libras.

Poco después su novia le preguntó por qué no probaba suerte como actor. Fue la mejor sugerencia que podía haber recibido Nighy, que se inscribió en la Escuela Guildford y encontró trabajo rápidamente. Vale, sus primeros pasos fueron torpes, incluyendo un papel testimonial en el pésimo drama erótico El placer (1979). Pero a partir de entonces ganó solidez y se convirtió en un intérprete válido para el cine, la televisión, el teatro y la radio.

De entre los numerosos roles que ha encarnado durante su carrera profesional, podríamos destacar tres que son, curiosamente, de personajes físicamente muertos que regresan del Más Allá: fue un cadáver andante en Zombies Party (2004), un vampiro en Underworld: Evolution (2006) y el famoso pirata de los tentáculos, Davy Jones, en la saga Piratas del Caribe. Además, ha sabido explotar sus dotes cómicas en Love Actually (2003), por la que ganó el BAFTA al mejor actor; y las dramáticas, como secundario de Judi Dench y Cate Blanchett, en Diario de un escándalo (2006).

Bill Nighy no está casado pero vive desde hace bastantes años con su pareja, la actriz Diana Quick, con la que tuvo una hija. Según el actor, una vez le propuso matrimonio y ella respondió: "No vuelvas a preguntármelo jamás". Así que no parece que vayan a pasar por la vicaría... Si acaso por los conciertos de los Rolling Stones, de los que Nighy es un gran admirador. Por cierto que recientemente el actor ha dejado de fumar y considera que el cambio "es maravilloso". Ahora sus únicas adicciones son "la cafeína y el azúcar".