Burt Lancaster

Si existe un clásico entre los clásicos del cine, ese es Burt Lancaster; el atlético actor estadounidense de intensa mirada azul y pícara sonrisa que conquistó las salas de todo el mundo con cintas como 'El halcón y la flecha' o 'El temible burlón'.

Nacido el 2 de noviembre de 1913 en Nueva York, desde joven sintió un gran interés por el deporte; trabajando, durante años, como trapecista en el circo y actuando durante la Segunda Guerra Mundial en varios espectáculos para el ejército.

De allí, este autodidacta sacó su gran forma física; la misma que llamaría la atención de un agente de Hollywood que le llevó a debutar, directamente, en la gran pantalla junto a Ava Gardner en 'Forajidos'.

Paradigma del galán vigoroso y rudo, durante sus primeros años como actor de cine Burt Lancaster hizo alarde de su habilidad en las acrobacias en varias películas de aventuras. Adorado por la crítica a partir de sus primeras actuaciones, no le costó mucho repetir éxito con 'El temible burlón', comedia en la que encarnó a un pirata de lo más aventurero.

A comienzos de los años cincuenta, el neoyorquino Burton Stephen Lancaster se convirtió en toda una estrella a base de papeles míticos que, en ocasiones, estaban más dirigidos al lucimiento físico que a su capacidad interpretativa. Aunque a mitad de esa década su trayectoria tomó un nuevo rumbo, demostrando su versatilidad en el drama ganador de 8 Oscar 'De aquí a la eternidad' y otros papeles cada vez más exigentes y variados. 'Duelo de titanes' pertenece también a esta época de gloria para Burt Lancaster.

Encumbrado como actor de referencia, y con un Óscar y un Globo de Oro bajo el brazo gracias a su trabajo en 'El fuego y la palabra', Lancaster empezó los 60 abandonando los títulos de acción para concentrarse en papeles más complejos. Así lo hizo en 'El gatopardo', 'El hombre de Alcatraz', 'Vencedores y vencidos' y, entre otros, en diversas películas dirigidas por los europeos Luciano Visconti o Bernardo Bertolucci.

El actor estuvo en activo durante casi cuatro décadas, hasta tan solo cinco años antes de su fallecimiento, en 1994, a causa de uno de los múltiples ataques al corazón que sufrió.

Desde que dejara a un lado el trapecio, se casó en tres ocasiones y participó en más de setenta producciones. También ejerció como director, productor y guionista y fue activista por los derechos de los homosexuales y otras minorías.