Gene Kelly

Aunque empezó y terminó sus estudios de economía la depresión del 29 no fue demasiado alentadora para su futuro y tuvo que recurrir a otro tipo de trabajos. Así pues aprovechó su destreza en la danza para convertirse en profesor.

Pero para poder prosperar en este mundo Kelly viajó a Nueva York y en 1938 debutó en Broadway alcanzando gran fama con el musical Pal Joey (1940).

A partir de ese momento el productor David O. Selznick se fijó en el actor, aunque quiso que su carrera se alejara del género musical, idea que no terminó de agradar al Kelly y que le animó a aceptar la propuesta de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) para protagonizar junto a Judy Garland Por mi chica y por mí.

Tras protagonizar esta cinta intervino en muchas otras pero no fue hasta 1944 cuando Kelly protagonizó Las modelos que resultó ser un gran éxito y convirtió al actor en una gran fuente de ingresos para la empresa.

En pleno apogeo de su carrera Gene Kelly decidió alistarse en el Ejercito tras el bombardeo de Pearl Harbor y estuvo combatiendo desde 1944 a 1946.

A su vuelta protagonizó algunas de las películas más destacadas de su filmografía como Levando anclas, Ziegfield follies y El pirata. Tal era considerado su talento en la interpretación que incluso se arriesgaron a ponerle al frente de cinta sin ningún número musical Los tres mosqueteros, donde daba vida a un peculiar D'Artagnan que parecía que se iba a poner a bailar en cualquier escaramuza de espadas.

Pese a este proyecto, Kelly no abandonó el musical, Un día en Nueva York le aportó su mayor fama, marcando un antes y un después en la historia en el cine musical. Además en ese momento se le dio más libertad para aportar sus propias ideas en números musicales, que serían recordados durante mucho tiempo.

Si no tenía bastante, Un americano en París le aportó su total consolidación como estrella del momento, cinta que además consiguió seis estatuillas doradas.

Un año después Kelly volvería a hacer historia con Cantando bajo la lluvia junto a Donald O´Connor y Debbie Reynolds. La parte negativa fue que tanto Un americano en París como Cantando bajo la lluvia situaron el listón tan alto que eclipsaron a las siguientes producciones.

Pero el paso de los años no perdona a nadie, y Kelly empezó a deteriorarse físicamente, hecho que no le permitía ser el ágil bailarín que había sido.

Tras algunos años relativamente desaparecido recuperó la fama al dirigir a Barbra Streisand y Louis Armstrong en Hello, Dolly! (1969), o James Stewart y Henry Fonda en El club social de Cheyenne.

Tras la muerte de su mujer, Kelly se dedicó a sus hijos. Sus últimos trabajos fueron mayoritariamente televisivos, y también realizó una intervención musical en Xanadu.

Gene Kelly, el hombre que revolucionó el género musical con su agilidad y entusiasmo; y que cantó y bailó felizmente bajo la lluvia murió el 2 de febrero de 1996 a causa de dos apoplejías sufridas.