Ben Stiller

La sangre de la interpretación y, más concretamente, de la comedia, corría por las venas de Ben Stiller incluso antes de nacer, puesto que sus padres, Jerry y Anne, se dedicaban a ello desde los años cincuenta, tanto en la televisión como en el cine. Por tanto, no fue ninguna sorpresa que el pequeño Ben quisiera seguir sus pasos.

Tras rodar algunos "cortos" con su hermana Amy sin salir de casa, Ben abandonó la Universidad de California para abrirse un hueco en el teatro. Mientras actuaba, rodaba sus propias parodias de clásicos del cine. Una de ellas, El color del dinero (1986), fue tan divertida que el productor Lorne Michaels la compró e invitó a Ben al Saturday Night Live.

Sin embargo, el debut de Ben Stiller en el cine fue bastante más serio y dramático; fue secundario de Christian Bale y John Malkovich en El imperio del sol (1987), de Steven Spielberg. No es que lo pasara mal, pero a Ben le gustaba más hacer reir a la gente; así que luchó para que la MTV le concediera su propio show televisivo, que se mantuvo en antena los años 1992 y 1993.

El siguiente paso de Stiller fue rodar su propia película: Bocados de realidad (1994), donde también actuó pero dejó el protagonismo para la pareja formada por Winona Ryder y Ethan Hawke. Fue un éxito bastante notable, pero nada en comparación a su siguiente film, Un loco a domicilio (1996), con el que batió récords de taquilla gracias al histriónico Jim Carrey. Ya en en el año 2000, Ben intervino en una película que provocó carcajadas en todo el mundo: Algo pasa con Mary, con Cameron Diaz.

Desde entonces, Stiller ha dirigido dos películas más: Zoolander (2001) y Tropic Thunder (2008). Ésta última fue especialmente aplaudida por su crítica velada a la industria hollywoodiense y por el papel taciturno de Robert Downey Jr. Además, Stiller ha salido en comedias escatológicas como Dúplex (2003) y otras de características más familiares como Noche en el museo (2006).

Amigo del actor Vince Vaughn, con el que ha rodado tres films, Ben Stiller está casado desde el año 2000 con la actriz Christine Taylor. Y a la hora de confesar quién es su ídolo cinematográfico, no le tiembla la voz al mencionar otra gran cómica: Diane Keaton.