Cyd Charisse

Cyd Charisse fue una bailarina e intérprete de nacionalidad estadounidense que intervino en algunas de las películas musicales más famosas de Hollywood, como ‘Cantando bajo la lluvia’ o ‘Melodías de Broadway.

Su nombre real era Tula Ellive Finklea; en nada parecido a aquel con el que esta tejana pasaría a los anales de la historia del cine.

Desde niña sus más allegados fueron testigos de su habilidad para la danza. Por ello, no dudaron en inscribirla en clases de ballet y animarle a comenzar una carrera como bailarina profesional que, sin duda, sufrió un gran empujón tras ser contratada como miembro del Ballet Ruso de Sergei Diaghilev, para quien trabajó con distintos pseudónimos: María Istomina y Felia Sidorova.

Más adelante, decidió probar suerte en otros terrenos del mundo del espectáculo, centrando su atención en el cine. Una vez más, cambiaría su nombre: primero adoptando Cyd como apelativo (parecido a como la llamaba su hermano, “Syd” (de “hermana” en inglés) y más tarde adoptando el apellido de su marido como nombre profesional.

Aunque se divorciarían al poco, Cyd ya no cambió su nombre; ni siquiera tras contraer en 1948 matrimonio en segundas nupcias con Tony Martin, a quien estuvo unida durante más de sesenta años.

Tras debutar en Hollywood con ‘Algo por lo que gritar’, en 1943, Charisse comenzó a obtener pe-queños papeles en cintas como ‘Mision To Moscow’ o ‘En una isla contigo’, que le valieron para llamar la atención de la Metro Goldwyn Mayer y firmar un contrato con la major.

En adelante, comenzaría su época de mayor esplendor: la de películas como ‘Brigadoon’, ‘Siempre hace buen tiempo’ o ‘La bella de Moscú’. Tras estos años de auge del musical, la carrera de Cyd Charisse entraría en receso, aunque aún tuvo tiempo de participar en el rodaje de algunos títulos notables, como ‘ Dos semanas en otra ciudad’ o ‘Something’s Got to Give’.

A lo largo de su carrera como actriz de cine profesional, a la que puso término en 1967, Cyd Cha-risse actuó junto a otros grandes actores y bailarines como Fred Astaire o Gene Kelly.

Como curiosidad, se hace obligatorio mencionar que en 1952 pasó a figurar en el Guinness de los Récords por poseer las “piernas más valiosas” del planeta, tras asegurarlas por 5 millones de dólares de la época. Asimismo, su voz era habitualmente doblada en las canciones de sus películas por la vocalista India Adams.