David Lynch
Nació:
20/01/1946
Estados Unidos
Biografía:
FilmografíaHe aquí unos de los directores más excéntricos del cine moderno, cuyas películas no dejan indiferente a nadie ya que provocan reacciones muy diversas y a menudo radicales entre los espectadores. David Lynch tardó bastante en hacerse un nombre en el cine, pero cuando lo consiguió se convirtió (para bien o para mal, según quién lo diga) en una referencia.
En su juventud, Lynch planeó un viaje de tres años por Europa con la intención de dar forma a su vena artística. A los 15 días ya estaba de vuelta. Fue un viaje tan extraño como su primera gran película, Eraserhead (1977), de la que se enamoró gente como Francis Ford Coppola (los rumores dicen que algunas escenas de Apocalypse Now son obra de Lynch). Poco después dirigió El hombre elefante, que le reportó ocho nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor director y mejor película.
A mediados de los '80 y quizá espoleado por el respaldo de la crítica, David Lynch intensificó su vena personal. Rechazó dirigir La guerra de las galaxias: El retorno del Jedi y proyectó películas en los que los sueños, la ciencia-ficción, las atmósferas irreales, la fantasía y los contrastes iban a tener todo el protagonismo: Dune, Terciopelo azul o Carretera perdida se convirtieron en cintas de culto que no todo el mundo entendió. O quizás es que Lynch no se explicó del todo.
El momento en que hubo mayor comunión entre público y director fue con el estreno de la serie Twin Peaks en 1990. Lynch fue el máximo responsable de seis episodios en los que nuevamente hizo gala de su sello personal y contribuyó a que los espectadores de la época se repitieran una y otra vez la misma pregunta: "¿Quién mató a Laura Palmer?"
Obsesionado con la idea de que "la vida es muy complicada y las películas también pueden serlo", Lynch fue nominado al Oscar por última vez por Mulholland Drive (2001), película repleta de giros inesperados cuya trama se retuerce cada vez más hasta llegar a un final apoteósico por sorprendente. Lo protagonizaron Naomi Watts y Laura Harring, que vivían una tormentosa historia de amor.
La película favorita de David Lynch es una donde el sueño y la fantasía tienen también mucho protagonismo: El mago de Oz (1939). El director confiensa estar influenciado por gente tan diversa como Luis Buñuel, Federico Fellini, Ingmar Bergman, Stanley Kubrick o Roman Polanski. Además, es reticente a grabar comentarios en los contenidos extra de los DVD, ya que, según dice, sus películas "hablan por sí mismas".
En su juventud, Lynch planeó un viaje de tres años por Europa con la intención de dar forma a su vena artística. A los 15 días ya estaba de vuelta. Fue un viaje tan extraño como su primera gran película, Eraserhead (1977), de la que se enamoró gente como Francis Ford Coppola (los rumores dicen que algunas escenas de Apocalypse Now son obra de Lynch). Poco después dirigió El hombre elefante, que le reportó ocho nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor director y mejor película.
A mediados de los '80 y quizá espoleado por el respaldo de la crítica, David Lynch intensificó su vena personal. Rechazó dirigir La guerra de las galaxias: El retorno del Jedi y proyectó películas en los que los sueños, la ciencia-ficción, las atmósferas irreales, la fantasía y los contrastes iban a tener todo el protagonismo: Dune, Terciopelo azul o Carretera perdida se convirtieron en cintas de culto que no todo el mundo entendió. O quizás es que Lynch no se explicó del todo.
El momento en que hubo mayor comunión entre público y director fue con el estreno de la serie Twin Peaks en 1990. Lynch fue el máximo responsable de seis episodios en los que nuevamente hizo gala de su sello personal y contribuyó a que los espectadores de la época se repitieran una y otra vez la misma pregunta: "¿Quién mató a Laura Palmer?"
Obsesionado con la idea de que "la vida es muy complicada y las películas también pueden serlo", Lynch fue nominado al Oscar por última vez por Mulholland Drive (2001), película repleta de giros inesperados cuya trama se retuerce cada vez más hasta llegar a un final apoteósico por sorprendente. Lo protagonizaron Naomi Watts y Laura Harring, que vivían una tormentosa historia de amor.
La película favorita de David Lynch es una donde el sueño y la fantasía tienen también mucho protagonismo: El mago de Oz (1939). El director confiensa estar influenciado por gente tan diversa como Luis Buñuel, Federico Fellini, Ingmar Bergman, Stanley Kubrick o Roman Polanski. Además, es reticente a grabar comentarios en los contenidos extra de los DVD, ya que, según dice, sus películas "hablan por sí mismas".
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