George Stevens

George Stevens fue un guionista, productor, director y director de fotografía de nacionalidad estadounidense que, aunque muchos desconocen, también realizó sus pinitos como actor.

Sea como fuere, a él están ligados grandes títulos de la filmografía mundial como ‘Gigante’, ‘Raíces profundas’, ‘Un lugar en el sol’ o ‘El diario de Ana Frank’.

Sus primeros pasos en el mundo del cine fueron como camarógrafo. Gracias a este trabajo en el rodaje de cortos de Stan Laurel u Oliver Hardy, George, que fue hijo de actores, comenzó a conocer los entresijos de su gran pasión: la narración audiovisual.

‘Agencia matrimonial’, de 1934, supondría su debut como director; faceta por la cual comenzaría a recabar cierto éxito tras dirigir a Katharine Hepburn en ‘Sueños de juventud’ en 1935.

A partir de entonces el nombre de George Stevens sería asociado por millones de personas en todo el mundo con un género cinematográfico: el musical. ‘Swint Time’, donde Ginger Robers y Fred Astaire encandilaron al público con su simpatía y habilidad para el baile, fue solo una de las películas musicales que dirigió.

‘Señorita en desgracia’, ‘Ardid femenino’, ‘Gunga Din’, ‘Serenata nostálgica’, ‘La mujer de año’ y ‘El asunto del día’ son algunas de estas amables cintas que realizó Stevens hasta la llegada de la guerra.

Y es que la contienda cambió drásticamente el devenir de sus trabajos futuros, ya que en 1945 se le encargó el proyecto de rodar unas durísimas imágenes en el campo de concentración nazi de Dachau, donde perdieron la vida tantos y tantos inocentes.

Con esta experiencia a sus espaldas, George Stevens dio un nuevo toque a su trabajo, centrándose en un cine menos edulcorado y más reflexivo. A esta etapa pertenecen films como ‘Un lugar en el sol’, ‘Raíces profundas’, ‘Gigante’ o ‘El diario de Ana Frank’, algunas de sus películas mejor consideradas hoy en día.

Antes de morir retirado en su rancho de California, George Stevens tomo parte en otras películas como ‘La historia más grandes jamás contada’ o ‘El único juego de la ciudad’.

Su estilo como director ha servido de inspiración a multitud de generaciones de cineastas que nombran, entre otros, su dominio de la dirección de actores y la limpieza de sus planos como algunos de sus fuertes como director.

A lo largo de su vida se casó en dos ocasiones. La primera con Yvonne Howell y la segunda con Joan McTavish, que enviudó tras el fallecimiento de George Stevens.