Klaus Kinski

Klaus Kinski fue un polémico actor de nacionalidad alemana en cuya filmografía destacan especialmente las cintas rodadas a las órdenes de cineastas como Werner Herzog, con quien participó en películas como ‘Nosferatu, el vampiro’, ‘Aguirre, la cólera de Dios’, ‘Woyzeck’, ‘Fitzcarraldo’ o ‘Cobra verde’.

Su padre, un farmacéutico polaco, y su madre, una enferma alemana, lo bautizaron como Nikolaus Karl Günther Nakszynski; aunque desde niño se hizo llamar Klaus por sus allegados.

Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como paracaidista en el ejército alemán, obligado por las juventudes hitlerianas. Al poco de comenzar a combatir fue apresado y confinado en un campo de prisioneros inglés, donde además de aprender inglés aprovechó para dar sus primeros pasos en obras de teatro improvisadas por los prisioneros.

Tras el fin de su etapa como militar y su reclusión, Klaus Kinski centró su labor profesional en la interpretación. Primero se dedicó al teatro, pero tras comprobar que el cine le proporcionaría más ingresos, dio comienzo a su carrera cinematográfica en los años 40.

Ya por entonces, su esquizofrenia diagnosticada causaba grandes estragos en su carácter y vida diaria; llevándole a varios intentos de suicidio y a cambios de humor que le impedían relacionarse de manera normal con la gente.

De hecho, la mayor parte de las personas que coincidieron con él en rodajes echó siempre pestes de este actor alemán. Así, su participación en cintas como ‘Tiempo de amar, tiempo de morir’, ‘Espía por mandato’, ‘Doctor Zhivago’, ‘La muerte tenía un precio’, ‘El gran silencio’, ‘Lo importante es amar’ resultó, habitualmente, una fuente de problemas.

Además de neurótico, Klaus Kinski era adicto sexual, muy violento y sufría de “coprolalia”; esto es, tendencia patológica a utilizar compulsivamente un lenguaje obsceno e insultar sin motivo. Aún así, Claudia Cardinale siempre afirmó que con ella jamás fue grosero, si no muy atento y cortés.

Con estas “características personales”, no es de extrañar que Klaus Kinski bordara los papeles de psicópata y demente y que, por ello, se encasillara en este tipo de roles.

En su filmografía destacan además de los ya mencionados otros títulos como ‘Angel’ o ‘Justine’, donde dio vida al mismísimo Marqués de Sade.

Este conflictivo actor que rechazó trabajar con Truffaut, Pasolini, Visconti, Spielberg o Fellini se casó tres veces y tuvo decenas de amantes. Una de sus hijas, Nastassja, afirma que su padre abusó sexualmente de ella durante 14 años.