Sig Ruman

Siegfried Albon Ruman fue un actor de nacionalidad germana y estadounidense que a lo largo de su carrera como intérprete se especializó en dar vida a personajes de villano con una gran carga cómica.

Aunque nunca sintió una gran pasión por ello, Sig Ruman se formó en ingeniería eléctrica. Al término de sus estudios pasó a formar parte de las filas del ejército imperial alemán, junto al que combatió en la Primera Guerra Mundial. Tras la contienda, en 1924 decidió hacer las maletas y viajar a Estados Unidos con un objetivo: hacerse un hueco en la incipiente industria cinematográfica.

Su simpatía natural hizo que pronto trabajar amistad con gente del mundo del espectáculo, y especialmente con el dramaturgo George S. Kaufman y el crítico de teatro Alexander Woollcott; que fueron testigos de sus primeros pasos y éxitos en la meca del teatro: los escenarios de Broadway.

Al llegar el cine sonoro y reemplazar al mudo, fueron muchos los actores que no supieron adaptarse y que quedaron sin trabajo. Por suerte para Ruman, él no tuvo este problema y, de hecho, este nuevo escenario de cambios en la industria le proporcionó un giro en su carrera, hacia lo más alto. Los Hermanos Marx lo eligieron como su “muso” particular, llegando a contar con él en famosas películas como ‘Una noche en la ópera’, ‘Un día en las carreras’ o ‘Una noche en Casablanca’, auténticos clásicos del cine.

Como no podía ser de otro modo, su rostro y acento germanos hicieron que durante unos años se encasillara interpretando a malvados nazis en cintas con la Segunda Guerra Mundial como escenario. Asimismo, durante estos años se convirtió en un gran colaborador de su su compatriota Ernest Lubitsch, quien también había abandonado su país natal para dedicarse al séptimo arte.

Algunas de las películas en las que intervino este famoso actor alemán son ‘Shining Victory’, ‘Sin novedad en el frente’, ‘The World Moves On’ (de John Ford), ‘Séptimo cielo’, ‘Traidor en el infierno’, ‘Ninotchka’, ‘Ser o no ser’, ‘Love Crazy’, ‘China Girl’, ‘El vals del emperador’ (de Billy Wilder), ‘Música y lágrimas’ (dirigida por Anthony Mann) o ‘The Errand Boy’, de Jerry Lewis, entre otras.

Sig Ruman falleció víctima de un ataque al corazón. Se dice que su intensa actividad laboral durante las décadas de los cincuenta y los sesenta, en las que prácticamente no descansó entre rodaje y rodaje, pudo afectar a su salud.